martes, 15 de febrero de 2011

naturalezas muertas y dobles de mentira: 10 minutos detrás

En mi última obra construyo un espacio complejo en el escenario, dos láminas de trueno enormes, luces que iluminan objetos (radios, grabadoras, latas, cítara con e-bow) colocados por todo el espacio. Sólo hay un interprete, el cual nunca se ve durante la obra ya que está situado detrás de una de estas láminas de trueno. Lo esencial de la obra es que dicho intérprete controla todos los objetos desde un espacio inaccesible para la audiencia. La segunda lámina de trueno vibra y se activa a través de dispositivos eléctricos, las grabadoras andan solas, hay objetos que caen y se mueven movidos por hilos invisibles. El intérprete es una especie de gurú que da vida a un universo complejo de objetos sin que se sepa realmente dónde está, una especie de prestidigitador del espacio escénico.  ¿Cuál es realmente el sujeto de la obra?, ¿cuántos músicos se esconden en la retaguardia de las láminas de trueno?,¿hay alguien realmente?, ¿cómo nos condiciona el ver o no ver al intérprete durante la performance de una obra?. Estas son las preguntas que podrían surgir al ver y escuchar esta pieza. El intérprete es responsable de dar vida a una naturaleza muerta de objetos en el escenario, pero siempre desde un rincón inabordable.
Además de esto hay un claro uso de la duplicación. No solo a través de las grabadoras (reproductores del doble sonoro) sino a la presencia de una copia exacta de la lámina de trueno tras la que se sitúa el intérprete. Esto crea una confusión del verosímil. Las dos láminas vibran, suenan y se ven de forma exacta, son percibidas como elementos similares, dobles en el espacio, incapacitando al oyente para identificar el lugar en el que se sitúa  la mano oculta que acciona los hilos de la obra.
   El resto de los objetos son bastante heterogéneos: una torre de copas de cristal que son destruidas de golpe, latas con hilos de nylon, radios, un ventilador... objetos y artefactos dispares y con diferentes asociaciones al mundo 'real' que una vez en el escenario se vuelven necesarios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario